jueves, 11 de octubre de 2007


ESPECTRO CATEGORÍA 30

Ha cambiado drásticamente la forma de perdurar en el ser humano, a lo que fue, en tiempos inmemorables y muy lejanos, el ser humano ostentaba de tranquilidad y paz, al alcance de la madre naturaleza, siempre sabia y omnisciente otorgaba los recursos necesarios. En la actualidad, sobre un mundo por defecto aceptado por su servidor, ha cambiado de formas magnánimas, y en consecuencia mucho más complejas. Un techo, tres comidas, y una compañía para asegurar su legado eran suficientes para esbozar la sonrisa de nuestros antepasados. Este pequeño prólogo ,es un preámbulo por la reciente situación: subvencionaba cuatrocientos ochenta pesos, una habitación que vale ciento veinte , propensa a derrumbamiento radical a causa de cualquier brisa invernal. Pocos meses después esta cifra ascendió en el cauteloso mes otoñal que es mayo, absurdamente a quinientos setenta . En estos momentos cuestionarán mi frágil y desvalida economía, debida a mi decisión del arte por el arte.
Apareció, se vislumbró, aquel espectro, ocasionando malas nuevas ( gustaría que dicho espectro fuera nuestro amado fantasma de Canterville), lo que más me sorprendió, fue la sorpresiva visita a mediados del mes de “los vientos nuevos” ( sí, vientos de hurto e incrementos), de este personaje que solo aparece del uno al siete , succionando de forma depredadora los importes ganados por los pequeños eslabones que acrecentamos mas su riqueza, mientras poseemos trabajos insalubres, para poder seguir en los archivos y folios agendados por el concepto dictatorial de Darwin, día tras día copiosamente. (Como vía crucis permanente este sanguinario fantasma bautizó, su espacio de castigo y aprehensión con el mismo nombre referido a la mencionada ley, negligencia creativa de impulsores de leyes!).
Son treinta pesos mas replica, no da mayores explicaciones. Para recibir la encantadora primavera, tendré reducidos mis festejos colmados de flores y color. Menos fasto, mas intereses, ciento veinte lunas viviendo como un esquimal, en un iglú, propenso a desplome, menos potestades más obligaciones. Instamos, refutamos, es injusto se murmura , se comenta tras la visita del individuo, todos hablan nadie actúa, ¿qué son 30 pesos?, Mientras hago ajustes, se vislumbra fácilmente: menos ágape , más deporte , menos trasporte público, jamás, disminución de placeres dionisiacos.
treinta pesos mas, engrosando bolsillos, ellos tienen, quieren, y codician cada vez mas, insaciables del poder y el narcisismo, cifras que cambian las circunstancias y existencias de distintos miembros (en gran parte a la proporcionalidad de alcoholismo de sus antepasados con las tierras que poseía, en contra punto con el dueño de la fabrica del licor del pueblo), unos comen menos, cada vez es mas ardua la paz y tranquilidad tan anhelada, ¿es tan difícil una vivienda, tres alimentos y una compañía? , por supuesto, es un efecto dominó, así que cuando le aumenten treinta pesos, piénsenlo mas, proteste, luche, no son tiempos de trueque, civilización y compañía, son los tiempos del plástico, la anarquía y la autosuficiencia. Esa suma le inestabilizan su vivienda, reduce su estomago (depende del entrenamiento de su aparato endocrinólogo), y sobre esas precarias circunstancias desaparecerá como fiel pupila de Houdini su compañía.
No deje su legado a manos de espíritus categoría treinta, así que cada vez que estos lúgubres fantasmas aparezcan, mimetizados de cualquier manera, niéguese, no es simplemente un aumento insignificante de plástico y papel, es la supervivencia de las generaciones precedentes a usted.
Emigre, conquiste las plazas, pernocte en la calle, nútrase con pan y mucho vino (no subestime esa técnica, así los romanos conquistaron casi todo), involucione, sosténgase sobre sus 4 extremidades, ( los yerros manténgalos), pero haga algo, no se deje engañar.Comienza el verano: la mitad del cobertizo, dos alimentos, mucha malta, y sin compañía. Mi sentido auditivo aumenta, se agudiza, es lo inevitable, son treinta pesos mas!.