domingo, 4 de abril de 2010

En contra de los hombres maletín Parte I


Cada día que pasa este maldito sistema, sigue incorporando más hombres maletín. Personas que hace tiempo vendieron su alma por un par de billetes.

Que creen que la felicidad es hablar de autos, marcas de ropa o cualquier idiotez que se le parezca.

El hombre maletín muy pocas veces aprecia el arte, Si ve películas, siempre son las peores, las más industriales y televisivas posibles, por ejemplo:


- El hijo de la máscara, papá canguro, etc.
- Cualquiera que señale la nacionalidad de alguien junto a “perdido” y seguido del nombre de una ciudad (Ej: Un colombiano perdido En New York)
- Alguna basura en la que actúe alguna cantante pop
- Cualquiera que den los domingos en Televisión abierta. (ven esos dramas amarillistas y tontos, netamente americanos. Con estas el hombre maletín se siente un Avezado del séptimo arte)

En la música sucede lo mismo. Para ellos Beethoven, Mozart, Verdi es lo mismo. La novena sinfonía o Primavera para ellos suena igual, pero eso sí, suena el hit, el tropicalísimo del momento y desde el primer acorde, (si es que tienen!) La pueden identificar.

Obviamente los hombres maletín son seres más televisivos que cinéfilos.
Sus vidas son tan vacías y vacuas que llenan sus huecos existenciales con objetos materiales. Son tan inseguros de sí mismos que necesitan ir al gimnasio horas y horas porque saben que afuera de estos escudos materiales y físicos esconden un hueco existencial más grande que toda la fucking vía láctea. (Es el típico idiota que cuando no tiene su corbata y maletín está con una camisa muy ajustada mirándose al espejo mientras levanta pesas!)

Por eso los artistas son necesarios, equilibran este mundo Falaz y superficial de la sociedad. Gente llena de sueños y esperanzas. (El director de cine que filmó fiestas de 15 y casamientos hasta que le pegó en Cannes!) De gente que ama el mundo y lo quiere trasformar. Que en vez de venderse y poder ser un hombre maletín más, lucha por sus sueños

Ser un hombre Maletín es muy fácil, muy sencillo. No pensar, ser uno más y dejar que la vida pase es lo que hace la gran mayoría.

Por eso si usted es alguien que quiere trasformar el mundo y a veces siente que es en vano, recuerde que no, con el mismo hecho de no ser un hombre maletín más ya está haciendo mucho.