jueves, 11 de octubre de 2007


DIGNIDAD BAJO CERO

Con la eclosión, del comercio entre países, el surgimiento del capital, y discordantes ideas aplicadas con el único fin de someter y ajusticiar el orden de las cosas, por una burguesía minoritaria pero bastante ego centrista, la humanidad ha caído en diversidad de aplicaciones judiciales, sociales, económicas, absurdamente empapeladas por leyes y estamentos que regulan desde ya varios centenarios atrás el libre albedrío de los individuos.
Son tan absurdas las ordenanzas y mandatos que rigen el mundo contemporáneo, que las personas ahora además de luchar por conflictos emocionales consigo mismo (el valor y peso de los problemas serán inversamente proporcional a su idiotez), tendrán que luchar con el ábaco de su vida, contando los días que restan para su “jubilación” (termino empleado diplomáticamente por el estado, para decirle indirectamente que no les sirve para ninguna excreción fisiológica).
En pocas palabras, usted colaboró como uno de los mamíferos más fuertes de la sociedad, trabajando, enriqueciendo a la burguesía, hasta que se le exprimió hasta la ultima falange (la artritis aguda, sus cataratas y sus disfunciones endocrinológicas son el regalo de la sociedad para con usted, no sea mal agradecido), implorando un proporcional designado por bufones del gobierno, avistando albores y ocasos junto a patéticas señoras, con infortunios amorosos tras una ventanilla pictóricamente kafkiana.
Además de ser excluido y ultrajado por el “quimérico” mundo capitalista, su existencia familiar se ceñirá en básicas operaciones matemáticas: Las generaciones nuevas, se encargaran de multiplicar por cero, cualquier idea o escolio de parte suya , sus hijos y parientes más cercanos ( incluye el perro también jubilado con oropeles más nuevos que los suyos), sumarán gimoteos, recriminaciones, y demás frases peyorativas hacia usted ( la operación matemática dará mas positivo entre mas discapacidades tenga), su pareja ayudara a restarle las pocas horas de tranquilidad frente a su único amigo, compuesto de infinidad de electrones correctamente alineados en la única caja electrónica con la cual hizo el contacto más cercano. Y finalmente y no menos importante, le dividirán sus alimentos a mas de la mitad en el supermercado de la esquina, por ausencia de inversionistas en su billetera. Su canasta básica y cadena alimenticia ha cambiado desde sus años primaverales: una caja de leche, un paquete de fideos, y muchas pastillas de distintas escalas cromáticas, ingiriéndolas a distintas horas, alivianando las enfermedades incorrectas, porque ya no evoca cual sirve para que, sin embargo, lo exoneran de la manera correcta. Una nota bastante frágil jubilándose línea a línea.