jueves, 11 de octubre de 2007


MESSNEGER DEL OCHO

Una pareja de mejicanos, luego de deambular e inferir su nivel mas sublime de intelectualidad, el Thomas alba Edison que presumían llevar adentro, han decidido bautizar a su hijo con el nombre de Yahoo, en homenaje al buscador de Internet, que facilitó y logró manifestar las mieles del amor de los dos cibernautas enamoradizos. Mientras tipificaban sus versos de amor, él dedicaba serenatas repletas de emoticones, su amor fue creciendo mega a mega,, viviendo los distintos cambios de sistemas operativos, lograron gestar una noche al pequeño Yahoo ( en camino parece estar la pequeña Terra y a futuros romances virtuales, el pequeño Wikipedia).
Si a este infausto patrón , siguiesen los pasos más mortales, alcanzando tan incorrecta e inadecuada decisión de hacer lo mismo de estos tórtolos, la diversidad de nombres sería infinita, por ejemplo, en vez de Carlos, Samuel, Carolina, nombres aburridos y monótonos , abundarían mas : “Mdonalds”, café don José, “ferretería Junín”, “colectivo línea 152”. Lo que los jóvenes cibernautas no sabían, por su falta de cultura, (demasiado redundante), y su frenético apego al Internet y no a los libros, es por supuesto es que yahoo es el nombre de un personaje, de Jonathan Swift, sobre su famoso libro “Los viajes de Gulliver cuyo significado es el de bestia. Parecer ser, que en nuestra desquebrajada sociedad actual, este es el advenimiento de una revolución etimológica de los nombres, de una cultura que hace tiempo perdió el horizonte, y las relaciones interpersonales. Así mismo como las invenciones y supuestos avances del ser humano han dado fin al fonógrafo, la máquina de escribir, y otros tantos inventos guardados en el gran anticuario industrial, parece ser que los nombres épicos ilíricos llegarán a su ocaso.. Finalmente en el registro civil de personas, el funcionario, preocupado por el futuro psicológico del pequeño insto a los padres por otras alternativas más autóctonas: pancho villa, cantinflas o el señor barriga, pero la negativa de la pareja fue radical. Solo espero por el bien del pequeño Yahoo, que pueda enamorarse, vivir y sentir de una manera desemejante a la de sus padres, y logre aprender del agraciado país, de Frida Khalo, mariachis, tequila y enchiladas. No sea que se enamore de símil manera, y años después, termine emanando al pequeño “messenger del ocho”.