LOS ÁNGELES NO CONOCEN DE FRONTERAS

Dejar partir a alguien es muy difícil. Pasamos por distintas etapas y las emociones parecen dominarnos por completo. Pero al pasar toda tormenta nos damos cuenta que lo importante es llevarlas siempre cerca de nuestro corazón y seguir con más fuerza para que nada sea en vano. Hoy se fue una persona muy importante en mi vida y la de toda mi familia. Una cómplice, una compañera de vida y una mujer que me enseñó que lo más lindo de la vida justamente, es vivirla. Por eso, la mejor forma a la distancia de estar contigo es con algo que puedo hacer, y eso es, escribir. Esto entre muchas cosas, me quedarán por siempre. Así, que ADIÓS a……. -La cómplice y compinche de muchos, por no decir de todos. -A la mujer que me enseñó que todo, pero absolutamente todo se podía fritar y todos los nietos teníamos que decir: ¡No se pase abuela! -A la persona que siempre estuvo dispuesta y abierta para todos. Qué sí, cometió errores, pero no enseñó que se necesitan para crecer. -La que nos defendía a todos los nietos de las “tiranías” de nuestras madres, de no dejarnos salir y tomarnos nuestras cervecitas. -A la persona que me enseñó que se puede salir de la dictadura de los cubiertos, y en sí, a salir de cualquier cosa. -A la mejor amiga de sus hijos, que supo llevarlos a cada uno a su manera. -A la mujer que un día le contesto el teléfono y me dice: “Por favor con la familia Beltrán Nossa” y le digo “equivocado”. Corta. Vuelve a llamar, y antes de qué le explique ya vuelve a cortar porque pensó que se había equivocado de vuelta. (Sí, fui el nieto qué más bromas le hizo, pero justamente ese era nuestro código, nuestro lazo) -A la que sin importar la edad siempre era el alma de la fiesta. -A una mujer devota por su religión. Que siempre iba a todas las misas del día, incluso las de la televisión. Qué con esa alegría contaba los pequeños chismes de la parroquia. -La que siempre veía las noticias de Argentina para saber como estaba su nieto. -La que siempre tenía un plato de más para sus familiares. Sin importar qué, siempre dio con generosidad todo lo que tuvo. (Los kilos que habré subido con esos platicos de más Señora Lilia). Hoy sentimos un vacío que nadie puede llenar, como cuando se han ido cada una de las personas de nuestra familia. Pero ese mismo vacío se llena con todos los recuerdo y alegrías que compartimos con ella. Eso es lo verdaderamente importante, saber que cuando y cuanto pudimos disfrutar con ella, lo hicimos. Adiós Señora Lilia. Hoy estoy muy triste, a la distancia, pero justamente esa lejanía geográfica me hizo ver lo más importante, y es que los Ángeles no conocen de fronteras y eso me hace sentirte más cerca que nunca.

¡Adiós ABUELITA LILIA, Adiós! http://www.youtube.com/watch?v=-OnIqGxdFoo